Para el morenista las cosas son claras, Joaquín Díaz Mena, alias Huacho o Lechitas, su historial panista es más que evidente. Fue candidato a gobernador por el PAN, aunque intente negarlo o hacer como nunca pasó. Posó y departió con el PRIAN, se codeaba con Renán Barrera, Con Mauricio Vila, con esos que hoy asegura ser muy diferente.
Pero la realidad es indeleble, un pasado como ese no se puede borrar. Y esa marcada raíz es la culpable de que nunca haya sido aceptado del todo por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. No lo subió al tren, no le da más que escasos minutos para hablar con él. No lo sube a su camioneta como si lo hace con sus ex compañeros del PAN.
Simple y sencillamente Huacho, quien se ha servido de Bienestar para hacer campaña a su favor, quien ha pagado encuestas a modo, no entiende, o no quiere entender que su oportunidad ya pasó, que ni el presidente tiene el ánimo de apoyarle. No ha entendido que los nuevos liderazgos que requieren en la cuarta transformación son por completo otro perfil, renovado y completamente diferentes a los que hasta ahora han habido.
AMLO ha elegido a una mujer como su sucesora, Claudia Sheinbaum será sin duda la mujer que habrá de dar continuidad a la transformación de nuestro país, que como bien ha dicho en sus mañaneras, no debe darse un paso atrás, o de lo contrario volverán los corruptos y los ladrones de siempre.
Hoy es el tiempo de la mujer, eso está claro, y es una fórmula que sin duda traerá la prosperidad a nuestra localidad, si de la mano de la mujer, con un perfil femenino para gobernar a nuestra entidad. Abajo los corruptos, que como en Bienestar han sido exhibidos y gozan de impunidad. Debemos acabar con ese cáncer de nuestra entidad.
